VOI: compromiso con las ciudades para solucionar el reto de la última milla

No todos los días se tiene la ocasión de hablar con una de las startups europeas que más rápido crece y que más financiación ha conseguido. La empresa sueca VOI, cuya aplicación móvil brinda acceso a su red de patinetes eléctricos, cerró una ronda de 50 millones de dólares en noviembre del año pasado, con apenas unos meses de vida, y supera ya los 263.000 usuarios, repartidos por 14 ciudades en 5 países. Casi nada. Emilio Froján, Vehicle Operations Manager y uno de los primeros empleados en incorporarse a la compañía el pasado septiembre para su lanzamiento en Madrid, nos ha contado sus experiencias a bordo del proyecto. De alguna forma me recuerda a cuando allá por 2009 empezaron a surgir los primeros operadores de car-sharing en España, solo que “a lo bestia” en cuanto a inversiones y número de entrantes.

VOI propone una nueva alternativa de movilidad sostenible para desplazamientos de “última milla”, complementaria a la oferta pública de transporte. Los patinetes eléctricos son idóneos para trayectos cortos de entre 1.000 y 2.500 metros, donde el transporte público no llega y permitiendo conectar con este. Como señala Emilio, “No queremos reemplazar viajes andando sino en coche”. Tradicionalmente, el diseño urbano de las ciudades se hizo con el coche privado como piedra angular; ahora, sin embargo, se trata de “darle la vuelta y poner al individuo como eje en el diseño de las ciudades, recuperando el espacio urbano para las personas, que es una visión compartida con las administraciones públicas”. El objetivo último es que la infraestructura de movilidad se conciba de tal modo que haga a la gente más feliz.

Esta visión sobre la movilidad sostenible en las ciudades y el trabajar de manera colaborativa con las autoridades locales son pilares fundamentales del modelo de crecimiento de VOI: “no vamos a lanzar en una ciudad que no nos haya dicho claramente que quiere colaborar con nosotros”, afirma Emilio, tajantemente. Creo que este “modelo sueco”, que busca ir de la mano de las ciudades, se yuxtapone con claridad al de otras  startups , que primero se adentran en los diversos mercados, sin preguntar y para ganarse el beneplácito de los usuarios, y lidian con los ayuntamientos de turno después.

Es más, diría que VOI hace de esta mentalidad de respeto a la planificación urbana uno de sus elementos diferenciales dentro del sector del patinete eléctrico compartido. Como dice Emilio, “a veces se mete a todas las compañías en el mismo saco incorrectamente: no jugamos con las cuotas de patinetes ni con los estacionamientos que se designan”. De hecho, VOI fue la primera empresa en retirar los patinetes de las calles de Madrid el pasado de diciembre, a la espera de la nueva normativa local, que justamente se dio a conocer la semana pasada.

Para un proyecto de origen sueco, la elección de España y de Madrid en particular como primer territorio de expansión no fue casual. En palabras de Emilio, “Madrid es uno de los mejores campos de pruebas en Europa para iniciativas de movilidad sostenible, puesto que los ciudadanos están ya acostumbrados”. Otro factor importante es el clima, dado que los patinetes difícilmente podrían utilizarse con nieve o en condiciones climatológicas adversas, de modo que la expansión tenía que producirse hacia el sur de Europa. Actualmente y además de en Madrid, dentro de la Península Ibérica VOI opera en Málaga, Zaragoza, Murcia, Lisboa y Faro. En estos momentos se encuentran en conversaciones con más de 50 ciudades; Emilio insiste en que “hasta tener un sí clarísimo no entraremos”.

Un aspecto llamativo respecto al modelo operativo de VOI es la dualidad de la aplicación, puesto que tiene la vertiente para el usuario y otras funcionalidades separadas para los “hunters”, que son personas que colaboran recogiendo y recargando los patinetes eléctricos. “A partir de las once de la noche, los patinetes desaparecen de la app de los usuarios y aparecen en la de los hunters, transformándose en una especie de Pokémon Go. De esta actividad de recogida y recarga ha surgido todo un ecosistema de colaboradores que obtienen ingresos extra gracias a ello, e, incluso, una Asociación de Cargadores de Patinetes Eléctricos, de la que también forman parte embajadores de VOI. Como anécdota tras el lanzamiento en Madrid, Emilio cuenta que los hunters tenían que escanear un código QR y enviar un SMS al devolver el patinete, y que estos recibieron algunas facturas abultadas de teléfono, puesto que el mensaje de texto se enviaba a un número sueco. Gajes del oficio.

Desde un punto de vista técnico, los patinetes son fabricados por la conocida empresa Segway y se ensamblan en Europa. A cada scooter se le asigna un código QR e instala el hardware y software que permiten controlar la flota, además de las cajas ioT. Emilio indica que en un sector “con tanta competencia, el patinete en sí y la experiencia de usuario son fundamentales, queda mucho recorrido en cuanto a tecnología se refiere”. El desarrollo tecnológico se hace desde Suecia, si bien la startup cuenta con unos 30 trabajadores en la Península Ibérica, de un total de más de 150.

Respecto de la inversión millonaria que VOI ha logrado captar, Emilio afirma que nada ha cambiado en el día a día, y que ven este respaldo como un factor de motivación adicional para redoblar esfuerzos. Transluce además la importancia que la empresa concede a mantener valores como “la humildad, el respeto a los demás y el trabajo duro; esto es algo que nuestro CEO, Fredrik Hjelm y los co-fundadores demuestran también a diario”.

La aplicación de VOI se encuentra disponible para Android y iOS.

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