El pasado viernes vivimos uno de los días más extraños en las oficinas de Liftshare (con sede en Norwich, Reino Unido). Mis compañeros ingleses, que habían votado “remain”, se levantaban
El pasado viernes vivimos uno de los días más extraños en las oficinas de Liftshare (con sede en Norwich, Reino Unido). Mis compañeros ingleses, que habían votado “remain”, se levantaban