En esta ocasión hemos podido charlar con Lole Román, CEO y co-fundador de la startup andaluza Fontown. Lole transmite pasión por la tipografía y un conocimiento profundo del sector, a la par que una tremenda ilusión por hacer crecer Fontown. El emprendedor se refiere a sí mismos como “el Spotify de la tipografía”: las fundiciones o proveedores de tipografías pueden comercializar las fuentes que hayan creado a través de la plataforma, mientras que los diseñadores pueden acceder a una solución global para el uso de un amplio catálogo de fuentes a cambio de una suscripción mensual –gratis con acceso un catálogo de fuentes limitado, 14,99€/mes si se trata de un único usuario y 39,99€/mes para equipos de diseño-.
Fontown surge de la propia experiencia de Lole como diseñador y profesor en el Instituto Europeo de Diseño a la hora de encontrar la tipografía adecuada para cada proyecto, sin olvidarnos del elevado coste que la licencia tradicional puede significar; a veces, incluso, puede que el diseñador encuentre la adecuada pero simplemente que no se la pueda permitir. Ante este problema, la propuesta de Fontown se basa, por un lado, en ofrecer una plataforma que facilite a los creadores de tipos su distribución y, al mismo tiempo, en dar a los estudiantes y diseñadores “buenas tipografías” y “no siempre las mismas”, bajo un modelo de suscripción competitivo. Lole conoció a su co-fundador y CTO, Francisco Aranda, en un evento para emprendedores; entre los dos unieron diseño y tecnología al servicio de la nueva aplicación.
Facilidad de uso, licencia unificada y catálogo como elementos diferenciales
Fontown es una aplicación de escritorio para Mac y Windows, hecho que facilita al diseñador gestionar, filtrar y probar, sin necesidad de descargar archivos externos, un catálogo de cientos de tipografías. El acceso a este catálogo, en continuo aumento, se produce bajo una licencia única que cubre la aplicación de la tipografía en cualquier proyecto y canal, sea online u off-line.
En este caso, “el tamaño sí importa” y una de las claves es ofrecer un catálogo de tipografías lo más amplio posible –actualmente cuenta con 3.100-. Para ello, la startup cuenta con una selección de fuentes nacionales e internacionales, y que ahora están expandiendo mediante fórmulas de co-creación que faciliten a las fundiciones “hacer tipografía”, mientras que Fontown se encarga de preparar el contenido y recursos que el usuario final tiene disponibles en la aplicación. Tampoco descartan un modelo “a lo Netflix” en el que también tengan su propia producción de tipografías.
Monotype, el principal competidor a nivel mundial, factura más de 200.000 millones de euros al año. Es un sector fragmentado y con competidores de gran tamaño pero acostumbrados a un modelo de negocio tradicional de licencias por separado. No obstante, se observa una tendencia a que el usuario final adopte modelos de suscripción que le den más flexibilidad en el uso de la tipografía, y es aquí donde la propuesta de Fontown cobra todo su sentido a medio y largo plazo.
La mayor “cagada”: no haber ido a levantar capital antes
Lole nos cuenta que la mayor “cagada” que han cometido hasta la fecha ha sido “no haber levantado capital antes”, al no haberse dado cuenta de que los números de crecimiento permitían captar inversión. Habiendo trabajado antes en 24Symbols y llevando su propio estudio de diseño, cambiar la mentalidad de trabajo de un modelo en el que se facturaba por proyecto entregado a una plataforma online por suscripción como Fontown fue un primer reto.
Así las cosas, los primeros pasos del proyecto fueron financiados por los propios promotores y un préstamo bancario. Hace seis meses, Fontown cerró una primera ronda de 50.000 euros con inversores privados, que ha complementado con otros instrumentos como Enisa. Y ello a pesar de haber sido “el patito feo” en algún fondo de la inversión, donde una propuesta en el mundo de la tipografía no resultaba tan atractiva como otras. Esta primera ronda ha supuesto un gran voto de confianza para los emprendedores, que esperan llegar al punto de equilibrio en verano de este mismo año. Además del MRR (Montly Recurring Revenue), las otras dos métricas clave para la tecnológica son el número de usuarios activos –definidos como aquellos que usan la aplicación cada día- y la conversión de visitas a la web a registros.
Funcionamiento lean y en remoto
Salta a la vista que Fontown es una lean startup en toda regla. A partir del lanzamiento del primer PMV (producto mínimo viable) han seguido desarrollando PMVs para funcionalidades concretas, con el propio Lole y Francisco haciendo las veces de product owners. Utilizan encuestas y entrevistas individuales con usuarios, así como prototipos, para intentar que lo que lanzan “tenga sentido”. Lole admite que “somos muy cotillas”, puesto que siempre investigan los datos e intentan averiguar qué quieren sus usuarios. Desde el punto de vista tecnológico, uno de los retos a medio plazo es migrar el front-end de la aplicación de Angular a React, así como la mejora de la parte pública de la web para aumentar la conversión del tráfico que reciben.
Además de operar como lean startup, Fontown es que es una empresa 100% en remoto: son un equipo de cinco personas y trabajan repartidos entre Jerez, Córdoba, Málaga y Sevilla –en su momento también pasaron por coSfera StartX en Córdoba y “El Cubo” en Sevilla-. Esto no es impedimento para que sigan SCRUM, implicando en esta metodología a todas las funciones de la empresa: hacen una reunión diaria por videoconferencia, y una sesión de planning y retrospective cada dos semanas –esta sí, de manera presencial con todo el equipo, ya sea en Córdoba o en Jerez-. Para coordinar el trabajo en remoto emplean aplicaciones como Trello y Slack. Pequeños gestos como “decir «hola» y «adiós» en el chat, al igual que lo haríamos en una oficina física” ayudan a mejorar esta coordinación a distancia.
SEO como principal canal de adquisición y chat en tiempo real como herramienta de conversión
En cuanto a marketing, Lole admite que Fontown no es una excepción y que, como muchas otras startups y pymes, la dificultad reside en “combinar el análisis de los datos que recabamos para definir la estrategia de marketing, y a la vez estar ejecutando las distintas campañas”. El SEO es el canal de adquisición que mejor les ha funcionado, y la mejor forma de convertir a usuarios en clientes de pago en las distintas etapas del funnel está siendo el chat en tiempo real. Después de probar con distintas plataformas de chat, por cierto, van a volver a utilizar Intercom –más caro, pero con más y mejores funcionalidades-.
Con las fundiciones han desarrollado una labor de captación “una a una”, y aquí es crucial la experiencia de años en el sector, puesto que “el diseño de tipografía es una cosa bastante seria, a diferencia de lo que otros entrantes en el mercado se han podido pensar”.
De momento la mayor parte de usuarios se encuentran en España, si bien están testando ciudades “cuna del diseño a nivel mundial, como Londres, San Francisco o Nueva York”.