¿Qué hace a un buen CPO?

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En esta entrada, inspirada en la que escribió Miguel Arias sobre «el buen COO», intentaré esbozar las características que creo que un buen CPO (Chief Product Officer) debe reunir. Más ampliamente, voy a referirme a product people en entornos tecnológicos, quienes, según la empresa y grado de responsabilidad, tendrán diferentes denominaciones, a saber: CPO, VP of Product, Head of Product, Head of Platform, product manager, product owner o product lead, entre otras.

Recuerdo cuando hace algún tiempo fui a renovarme el carné de conducir y la persona en administración me preguntó por mi profesión, para rellenar algún formulario. Intentando simplificar, le respondí que era «manager de producto». Su comentario posterior, que podría haberse ahorrado, no me defraudó: «eso y nada es lo mismo, ¿no?» 😊 Lo cierto es que el de producto es uno de esos perfiles raros, nacidos al albur de empresas innovadoras y con un fuerte componente técnico. Son individuos que se sitúan en la intersección entre tecnología y negocio, y cuyo papel se ha vuelto esencial en este tipo de compañías, a pesar de que casi nunca «pican» código.

La figura del CPO en particular existe desde el momento en el que el CEO comparte y delega la visión del producto y su roadmap: el CPO es el CEO del producto. Abajo he listado, a modo de carta a los Reyes Magos, aquellos ingredientes que el jefe de producto perfecto debería tener, y al que ya me hubiera gustado acercarme en estos 8 años de experiencia en el ajo…

1/ Se centra en solucionar problemas reales para el cliente o usuario y que representan una oportunidad comercial: ¿Por qué necesitan nuestro producto? ¿Cómo lo van a usar? ¿Cuáles son el modelo de negocio que lleva aparejado y las hipótesis que lo sostienen?

2/ Formula la visión y el product roadmap.  El CPO es capaz de articular una imagen ilusionante pero realista sobre cómo será el producto en el futuro. Para ello, identifica qué funcionalidades son esenciales y en qué orden deben implementarse; a la par, sabe que ese plan deberá ser flexible y adaptarse a las circunstancias, pero siempre manteniendo la visión a largo plazo.

3/ Prioriza sin descanso. El roadmap, cada producto, cada proyecto y cada sprint son listados de tareas que han de priorizarse una o mil veces, según cambien los requerimientos y el entorno.

4/ Es un enamorado del producto. Lo usa como el que más, y esto le ayuda a ponerse en la piel del cliente. Desarrolla una especie de conexión emocional con el producto que le permite ser el mejor tester y encontrar aspectos a mejorar constantemente.

5/ Escucha y absorbe feedback como una esponja. Tiene en cuenta la opinión de clientes y usuarios, a muchos de los cuales conoce en persona. Conversa con ellos a menudo, participa en entrevistas y utiliza herramientas como Uservoice o NPS para conocer sus impresiones directas. Tiene una curiosidad genuina por entender al cliente y su experiencia con el producto. En especial, valora el feedback negativo, las críticas. También observa cómo los clientes usan el producto, acudiendo a aplicaciones como Hotjar o Usertesting.com.

6/ Es analítico y está obsesionado con la experimentación y las métricas clave. El buen CPO escucha a los clientes, pero no se fía y contrasta lo que le dicen con los números. Diseña A/B tests y emplea dashboards de estadísticas propias, así como herramientas como Google Analytics o MixPanel para medir los resultados. No solo establece métricas claras, sino que interroga la procedencia de los datos y su fiabilidad.

7/ Evita la toma de decisiones basada en la PMI (Persona Más Importante). No hace las cosas simplemente porque las diga el CEO, un cliente importante o algún gurú. Busca argumentos numéricos en lugar de amparar sus decisiones en meras impresiones o instintos, y los defenderá ante el CEO o el resto del Consejo de Administración cuando sea necesario.

8/ Sabe cuándo decir «no» y protege al equipo de desarrollo de requerimientos absurdos. Se mantiene firme en su visión y rechaza de plano funcionalidades que no encajen con ella. Vela porque el desarrollo del producto sea armónico, no un collage sin sentido. Eso sí, el buen CPO es un malabarista y encuentra compromisos donde otros ven obstáculos insalvables.

9/ Tiene un conocimiento profundo sobre la industria en la que opera la empresa, sus tendencias y las principales soluciones de la competencia.

10/ Practica agile, pero es más práctico que purista. Se afana por encontrar una forma de trabajo que funcione para su equipo en concreto, llámese Scrum, Kanban, Scrumban o cualquier otro híbrido, con o sin dual track; la aplica de manera rigurosa y la mejora con el tiempo. Igualmente, procura que se utilicen las herramientas adecuadas, como Jira, Trello, Slack, etc. No obstante, entiende que estos procesos y aplicaciones son un medio para aumentar la productividad y no un fin en sí mismos.

11/ Practica lean. Descompone soluciones complejas en MVPs (Minimun Viable Product) sucesivos, que permiten poner en producción partes de funcionalidad en lotes pequeños. Hace simple lo difícil. Intenta hacer el máximo número de releases en el menor tiempo posible, obtener datos de uso y seguir iterando.

12/ Guarda un equilibrio adecuado entre discovery y delivery. Dedica tiempo y recursos a comprender las necesidades y comportamiento de los clientes, y consigue que las mejores ideas ganen, sin imponer las suyas propias. Al mismo tiempo, evita la parálisis por el análisis: es impaciente y empuja para que los nuevos productos o mejoras estén disponibles para el cliente cuanto antes.

13/ Trabaja en equipo como pez en el agua. No programa ni es un mago de Sketch. Sin embargo, habla en el lenguaje de desarrolladores y diseñadores y comprende las limitaciones y complejidades técnicas. Sabe escribir especificaciones de producto en forma de user stories, wireframes y acceptance criteria. Todos entienden la funcionalidad que están creando y por qué.

14/ Es detallista y pringa como el que más. Que sea lean no quiere decir que lance versiones mediocres, sino al contrario. Evita MVPs defectuosos o incompletos y apoya al resto del equipo a cada paso de la implementación.

15/ Asume los fracasos como propios y aprende de ellos. Entiende que, cuando una determinada funcionalidad tiene éxito, ha sido el resultado de un proceso de desarrollo conjunto por parte del equipo de producto, pero que, cuando los resultados no son los esperados, el error ha sido suyo. Lejos de auto flagelarse, sabe que tiene que asumir riesgos y que estas derrotas no son más que nuevos aprendizajes para continuar iterando. Si procede, defiende rectificar la estrategia (pivotar) para trabajar en una dirección diferente, o quitar funcionalidad que ya no sirva, por mucho que haya costado desarrollarla.

16/ Es mentor del resto de product managers y del equipo de producto. Se asegura de que cada miembro del mismo tenga un plan de desarrollo personal y objetivos bien definidos para cada trimestre. A su vez, es enemigo del micro management: consigue que cada cual tenga autonomía y responsabilidad sobre sus tareas.

17/ Disfruta del proceso de creación del producto, se lo pasa bien y contagia a los demás, dentro y fuera de la empresa.

18/ Atrae a los mejores. Es capaz de fichar a los mejores product managers, scrum masters, desarrolladores, diseñadores y testers, porque cuenta la historia de un producto en el que todos quieren trabajar y de un equipo del que todos quieren formar parte.

19/ Es adorado por marketing y desarrollo de negocio, pues les ayuda a vender más. Para qué lanzar nuevas características a producción continuamente si las novedades no se comercializan y son olvidadas. El buen CPO se preocupa por el blog post, la nota de prensa, el email para los clientes, el manual para el usuario o la diapositiva a incluir en las presentaciones comerciales.

20/ Comunica más bien por exceso. Explica y comparte la visión del producto y los avances o cambios en el roadmap, tanto con el resto de la empresa como con clientes y usuarios. Es, además, vendedor número uno del producto y de todos los logros conseguidos por el equipo de desarrollo.

¿Qué piensas? ¿Cuál ha sido tu experiencia trabajando con product guys o como product guy?

Por cierto, si quieres formarte como Product Owner, echa un viztazo a los cursos que ofrecemos en Scrumio.com. Asimismo, hemos publicado una versión actualizada de este artículo, enfocado a Scrum: el buen Product Owner.

Imagen Creative Commons en Pixabay.

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